En octubre de 2012 abría sus puertas el jardín de Ishikasai. Han sido más de noventa entradas en las que he procurado transmitir las evoluciones de mis árboles y mi propia evolución como bonsaísta desde mi experiencia personal. A pesar del tiempo transcurrido y plenamente consciente del camino que me queda por delante, me sigo considerando un novato que trata de aprender cada día algo nuevo en este arte del cultivo del bonsái.
Cuando el jardín de Ishi Kasai ha alcanzado las 100.000 visitas quiero dar las gracias a todas aquellas personas que lo siguen regularmente, que participan con sus comentarios y mensajes públicos ó privados y que lo comparten entre sus contactos. Por supuesto, tengo que agradecer también el apoyo desinteresado de los demás blogueros de bonsái que me han apoyado desde el principio, con sus consejos, y que pese a la distancia me han hecho sentir uno más de la comunidad desde el principio. Muchas gracias a tod@s.
Para celebrar las 100.000 visitas, un breve recorrido por el jardín de Ishi Kasai...
A continuación, algunos de mis árboles...
Este es el árbol de mayor tamaño de mi colección. Un Ficus microcarpa, variedad tigerbark que en verano, aprovechando la visita a Gran Canaria de Salva del blog Pasión por el Shohin, defoliaré y alambraré de nuevo para que recupere la forma. El año pasado se le colocaron unos tensores para bajar aún más las primeras ramas...
Otro Ficus tigerbark que también se ha desmadrado y que trabajaré próximamente. Necesita pinzado, defoliado, una poda de aclarado para que entre la luz al interior y alambrar y colocar ramas para que recupere la triangularidad. Aunque a mí los ficus me gustan de forma natural y no suelo aplicarles las directrices japonesas de diseño, necesita recuperar cierta triangularidad, eso sí, sin perder aspecto natural...
El siguiente árbol, ha sido mi auténtica cobaya a lo largo de estos años. Me ha servido para experimentar y ha sufrido todo tipo de perrerías por mi parte. Tras cortar toda la parte aérea, he empezado la formación desde cero y va tirando muy bien...
Otro Ficus tigerbark, proveniente de una rama acodada a mi Ficus Cobaya...
Aunque no suele gustar mucho, el Ginkgo biloba es uno de mis árboles favoritos. Lo pincé hace un mes y he conseguido una nueva brotación, acortando los entrenudos..
Un árbol que me gusta mucho, una Duranta repens, pletórica tras la subida de las temperaturas. Al ser un árbol tropical, en invierno lo pasa mal, pero este año está en su mejor momento desde que llegó al jardín de Ishi Kasai...
El siguiente árbol es un Mirto, proveniente de cultivo en suelo, recientemente trasplantado a maceta de bonsái y que todavía no ha sido presentado en sociedad. Le faltan años de cultivo en maceta de bonsái para adquirir mochikomi. El próximo año trabajaré los feos tocones de madera que tanto lo afean para darle un aspecto más natural. En otra entrada enseñaré la evolución...
Una Pyracantha de vivero, trasplantada el año pasado. Todavía le queda mucho trabajo...
Un bonito ejemplar de Eleagnus pungens...
El siguiente árbol no ha conseguido adaptarse nunca al jardín de IshiKasai. Este Celtis fué trasplantado y alambrado en invierno y ha tardado mucho en brotar este año. A pesar de las altas temperaturas y del abonado, ahora mismo está a media brotación. Curiosamente este año está mejor de salud que nunca aunque aún le faltan por brotar las ramas bajas y el ápice...
Este es uno de mis primeros árboles, un Olmo chino ó Ulmus parvifolia comprado a J.J. Montes en su vivero de Teror. Recientemente lo he trasplantado y parece que empieza a despegar después de varios años de cultivo...
Un Granado nejikan, en pleno proceso de formación...
Otro Granado nejikan, que ha secado el ápice y está a la espera de un nuevo diseño...
Un acebuche de vivero dando sus primeros pasos en maceta de bonsái. Evidentemente no es la definitiva, pero le servirá como maceta de entrenamiento y cultivo por unos años...
Otro Olmo chino ó Ulmus parvifolia, de menor tamaño y de origen comercial, que evoluciona lentamente. Ya tiene las copas definidas y todas las ramas en su sitio. Le falta densificar y años de cultivo. Es curioso comprobar que árboles de la misma especie y cultivados de igual forma, se comportan de diferente manera...
Un pequeño Pino negro japonés o Pinus thumbergii que después de varios años empieza a coger forma...
Otro árbol de origen comercial. Un Ligustrum sinensis que tras ser trasplantado a una maceta más profunda ha empezado a tirar con fuerza. En una próxima entrada enseñaré la evolución...
A continuación, los pequeñines de la colección. Una buganvilla recientemente defoliada y brotando con fuerza...
Un bonito shohin de olmo japonés o Zelcova Nire...
Un ficus Neriifolia, también del vivero de J.J. Montes, empezando a brotar tras el defoliado...
Y por último, un Ligustrum vulgare, comprado al amigo Pablo, del blog Arbolines y piedres que no ha terminado de adaptarse al clima canario. El próximo año, por consejo de Pablo, lo trasplantaré a una maceta mayor y lo cambiaré de ubicación.
P.D. Si mis árboles han evolucionado de la forma en la que lo han hecho en estos años, ha sido sin duda gracias a mi amigo Salva, que me ha enseñado todo lo que sé y que con
sus enseñanzas ha conseguido que mis árboles den un salto de calidad
impensable hace unos años. Desde el principio me inculcó la paciencia, la formación, la utilización de buenas herramientas y substratos de calidad, una rutina rigurosa de riego, abonado continuado y
una colección reducida. Son los mismos consejos que me atrevo a dar a todo aquel que se inicie en el cultivo del bonsái.
Muchas gracias, de corazón.
Saludos