Hola amigos.
Hace unos tres años, con ocasión del día del árbol, los vecinos de la urbanización hicimos una plantación en un terreno próximo. La idea era plantar un árbol por niño y que éstos se hiciesen cargo de su cuidado. Como tengo dos hijas, me tocó plantar un drago y una sabina canaria (Juniperus turbinata ssp. Canariensis). Desgraciadamente y por falta de cuidados, el drago se perdió pero la sabina se adaptó perfectamente y aunque no ha crecido mucho, ha engordado considerablemente.
El año pasado sufrió un ataque salvaje de una plaga que afectó a la parte superior y a todo el lado derecho de la sabina, por lo que eliminé todas esas ramas muertas con unas tijeras de podar. Tras la poda y riego abundante brotó fuertemente y fué en ese momento cuando le ví pinta de futuro bonsai por primera vez. Empecé a darle vueltas a la idea de hacer un yamadori con ella. No estaba muy seguro de querer arrancarla, porque entre que soy un novato y que la sabina es una especie difícil de recuperar, temía estropearla. Así que empecé a buscar información en los distintos blogs para no equivocarme en el procedimiento y me puse manos a la obra.
El año pasado sufrió un ataque salvaje de una plaga que afectó a la parte superior y a todo el lado derecho de la sabina, por lo que eliminé todas esas ramas muertas con unas tijeras de podar. Tras la poda y riego abundante brotó fuertemente y fué en ese momento cuando le ví pinta de futuro bonsai por primera vez. Empecé a darle vueltas a la idea de hacer un yamadori con ella. No estaba muy seguro de querer arrancarla, porque entre que soy un novato y que la sabina es una especie difícil de recuperar, temía estropearla. Así que empecé a buscar información en los distintos blogs para no equivocarme en el procedimiento y me puse manos a la obra.
Así estaba hace tres semanas, cuando me dispuse a recuperarla...
Había que hacerlo con mucho cuidado, minimizando daños en las raíces y evitando especialmente dañar la raiz pivotante...
Hice un corte circular alrededor de la sabina y la extraje no sin algo de dificultad. El cepellón era más pequeño de lo que me imaginaba y era una masa compacta de arcilla. Probablemente ésta fuera la causa de que la sabina no hubiese crecido como las demás. El manual de instrucciones de un yamadori indica que inmediatamente después de la extracción hay que envolver el cepellón en una toalla mojada o similar para garantizar la humedad, pero como estaba a escasos doscientos metros de mi casa, no lo consideré necesario...
Una vez extraida, no era cuestión de dejar el hueco, había que sustituirla y planté en su lugar otra sabina...
Nada más llegar a casa, limpieza cuidadosa de las raíces con agua a presión para eliminar la arcilla....
Nada más llegar a casa, limpieza cuidadosa de las raíces con agua a presión para eliminar la arcilla....
La presenté en su nueva maceta de entrenamiento y comencé a rellenarla con una mezcla de picón y tierra vegetal (70/30).
Debí añadir hormonas de enraizamiento, pero no tenía a mano...
Procuré que la raiz pivotante tuviese la misma disposición que cuando la extraje...
Un poco de palilleo para eliminar huecos y evitar que las raíces se pudran...
Así quedó...
No quería manipularla mucho, pero si eliminé alguna rama seca...
De haber sabido en su día que iba a hacer un yamadori habría utilizado unas tijeras vaciadoras cóncavas cuando la podé el año pasado...
No estaba seguro de la supervivencia de la sabina, pero creo haberlo hecho correctamente y aunque aún es pronto para celebrarlo, tres semanas después, la sabina no sólo no se ha resentido sino que parece tener nuevos brotes y el verde me parece más intenso...
La he colocado con la misma orientación que tenía cuando estaba plantada en el suelo.
Esta es su ubicación definitiva...
A alguno le parecerá un palo, y aunque en las fotografías no se aprecia muy bien, el tronco tiene un ligero movimiento de rotación y parece tener algo de conicidad. No sé si con ella seré capaz de hacer un bonsai decente. Aunque está llena de defectos, creo que en manos expertas podría convertirse en un ejemplar interesante. A primera vista se me ocurre un jin en la parte superior y alguno más para disimular los cortes de las ramas de la parte derecha. Hay que seleccionar ramas y bajar las que queden, acercar el verde al tronco y no sé si algún injerto, pero para eso falta mucho. Si sobrevive y soy optimista, creo que se la llevaré a J.J. Montes para que me ayude con el diseño, aunque por supuesto, espero los consejos del Sanedrín.
Ahora hay que dejarla tranquila durante un par de años, hasta saber con total certeza que ha pegado. De momento, tranquilidad y buenos alimentos...
P.D. Cuando me dispongo a publicar esta entrada el marcador de visitas del blog indica más de 10.000 visitas. Me parece increíble haber alcanzado esta cifra en apenas un año de existencia del blog, siendo como soy, un novato en este mundillo del bonsai, por lo que quiero agradecer sinceramente a todos y cada uno de los que lo han visitado alguna vez y especialmente a todos aquellos que lo hacen habitualmente y que me ayudan y me enseñan cada día con sus consejos y comentarios. Para todos, un abrazo sincero. Muchas gracias