Hola amig@s
Desde hace tiempo tenía ganas de tener un Ginkgo biloba, pero fué a raiz de leer esta entrada en el blog de Beti, cuando me decidí a ir a por uno. El Ginkgo biloba, también recibe los nombres de Árbol de las Pagodas o Árbol de Oro y en España, debido a su alto precio, también se le ha llamado árbol de los 40 escudos. Es la única especie viva de la familia de las
Ginkgoáceas, árboles que dominaron la Tierra durante la era de los dinosaurios
(jurásico y cretácico), por lo que se le considera un auténtico fósil viviente y el eslabón entre los helechos y las coníferas.
Es un árbol caduco, de crecimiento muy lento, como nos advertía Loli en su blog. De hecho, también recibe el nombre de árbol del abuelo y el nieto, porque lo inicia el abuelo y lo acaba el nieto. Tiene forma piramidal, el tronco es recto, de color gris ceniza y con fisuras longitudinales. Debe su nombre a que sus hojas verdes y triangulares, de unos 7 cm, en forma de abanico abierto o mariposa, están divididas en dos lóbulos. En otoño presenta un magnífico color amarillo. Es una especie dioica, es decir, que tiene pies masculinos y pies femeninos. Para formar como bonsái se utilizan los pies masculinos. Aunque los estilos verticales son los más adecuados el ginkgo, es el único árbol con un diseño exclusivo para él: se cultiva en forma de llama. Para conseguir una ramificación abundante, es necesario cultivarlo desde semilla, lo cual hace el proceso mucho más lento. Carlos B, en su blog, nos enseñó un ejemplar muy interesante y nos contó la historia del Ginkgo de Hiroshima.
Es un árbol caduco, de crecimiento muy lento, como nos advertía Loli en su blog. De hecho, también recibe el nombre de árbol del abuelo y el nieto, porque lo inicia el abuelo y lo acaba el nieto. Tiene forma piramidal, el tronco es recto, de color gris ceniza y con fisuras longitudinales. Debe su nombre a que sus hojas verdes y triangulares, de unos 7 cm, en forma de abanico abierto o mariposa, están divididas en dos lóbulos. En otoño presenta un magnífico color amarillo. Es una especie dioica, es decir, que tiene pies masculinos y pies femeninos. Para formar como bonsái se utilizan los pies masculinos. Aunque los estilos verticales son los más adecuados el ginkgo, es el único árbol con un diseño exclusivo para él: se cultiva en forma de llama. Para conseguir una ramificación abundante, es necesario cultivarlo desde semilla, lo cual hace el proceso mucho más lento. Carlos B, en su blog, nos enseñó un ejemplar muy interesante y nos contó la historia del Ginkgo de Hiroshima.
Al no ser un bonsai comercial, me costaba encontrar uno, pero a finales del verano pasado conseguí este pequeño plantón, proveniente de estaca, y cultivado por J.J. Montes desde hace cuatro años...
J.J. Montes me convenció para que me quedara con éste doble tronco, pues aunque tenía algunos más, en su opinión éste era el que tenía más posibilidades de diseño, especialmente para un novato como yo.
Cuando es joven y debido a que produce una gran cantidad de hojas, hay que trasplantarlo al menos cada 2 años. Cuando madura, se trasplanta cada diez años. Llevaba en esta maceta cuatro años, por lo que lo trasplanté a finales de enero, aunque lo correcto habría sido trasplantarlo en primavera. El ginkgo necesita un suelo profundo, por lo que elegí una maceta mayor, utilizando mi mezcla habitual de tierra vegetal y picón. Lo ideal habría sido akadama más volcánica, pero ha respondido perfectamente. El ginkgo prefiere el pleno sol, aunque los ejemplares jóvenes o recién trasplantados hay que resguardarlos del sol intenso, por lo que estos meses ha estado un poco resguardado del sol de mediodía...
Deben llevarse a cabo importantes intervenciones en el aparato radical a principios de primavera, en el momento del engrosamiento de las yemas y antes de que la planta inicie su desarrollo. La poda de raíces debe realizarse en el momento de los trasplantes y con mucho cuidado ya que éstas son muy carnosas y poco numerosas. En un par de años, en el próximo trasplante, recortaré las raíces...
Es conveniente practicar una poda de estructura en invierno, cortando las ramas que estropean la silueta del árbol. Aprovechando que la pérdida de las hojas permitía ver mejor la estructura del árbol, eliminé las ramas que estorbaban.
Hay que ser cuidadosos con la poda y debe evitarse en las zonas más viejas, evitando especialmente las podas drásticas debido a sus problemas para cicatrizar las heridas de la poda, por lo que es conveniente utilizar, incluso en los cortes muy pequeños, algún tratamiento con pasta selladora. Las ramas se podan en primavera, en el momento del trasplantado. Hay que quitar las ramas que no sean necesarias, podando las otras ramas en aproximadamente 1/3 de su longitud.
A finales de febrero, enseñando el verde y a punto de brotar...
Cuando es joven y debido a que produce una gran cantidad de hojas, hay que trasplantarlo al menos cada 2 años. Cuando madura, se trasplanta cada diez años. Llevaba en esta maceta cuatro años, por lo que lo trasplanté a finales de enero, aunque lo correcto habría sido trasplantarlo en primavera. El ginkgo necesita un suelo profundo, por lo que elegí una maceta mayor, utilizando mi mezcla habitual de tierra vegetal y picón. Lo ideal habría sido akadama más volcánica, pero ha respondido perfectamente. El ginkgo prefiere el pleno sol, aunque los ejemplares jóvenes o recién trasplantados hay que resguardarlos del sol intenso, por lo que estos meses ha estado un poco resguardado del sol de mediodía...
Deben llevarse a cabo importantes intervenciones en el aparato radical a principios de primavera, en el momento del engrosamiento de las yemas y antes de que la planta inicie su desarrollo. La poda de raíces debe realizarse en el momento de los trasplantes y con mucho cuidado ya que éstas son muy carnosas y poco numerosas. En un par de años, en el próximo trasplante, recortaré las raíces...
Es conveniente practicar una poda de estructura en invierno, cortando las ramas que estropean la silueta del árbol. Aprovechando que la pérdida de las hojas permitía ver mejor la estructura del árbol, eliminé las ramas que estorbaban.
Hay que ser cuidadosos con la poda y debe evitarse en las zonas más viejas, evitando especialmente las podas drásticas debido a sus problemas para cicatrizar las heridas de la poda, por lo que es conveniente utilizar, incluso en los cortes muy pequeños, algún tratamiento con pasta selladora. Las ramas se podan en primavera, en el momento del trasplantado. Hay que quitar las ramas que no sean necesarias, podando las otras ramas en aproximadamente 1/3 de su longitud.
A finales de febrero, enseñando el verde y a punto de brotar...
Desarrolla dos tipos brotes que
generan ramas largas y cortas, lo que hay que tener en cuenta a la hora de la
poda, ya que las ramas cortas crecen sólo unos milímetros por año, lo
necesario para los brotes nuevos del año siguiente. En el caso de las ramas largas, las hojas son alternas y en las ramas cortas aparecen al final de éstas en
forma de ramillete.
Con la llegada del calor, la brotación se ha disparado...
Con la llegada del calor, la brotación se ha disparado...
Es conveniente eliminar por despuntado todos
los brotes no deseables que aparezcan en el tronco y las grandes ramas, despuntando los brotes de los extremos y eliminando 2 ó 3 hojas por rama. Cuando
aparece una segunda generación de yemas, se despuntan y eliminan uno o dos
pares de hojas. Después del segundo despuntado se dejan desarrollar los brotes
nuevos, cortando las hojas tan pronto hayan endurecido sobre la rama.
No se aconseja defoliar pues obliga al árbol a sobreesfuerzos y no se consigue reducir el tamaño de la hoja. Como no vale la defoliación, el único método recomendable para reducir las hojas consiste en una buena exposición al sol en primavera (con poca luz las hojas son más grandes), acompañada de riegos moderados durante la misma época (más agua, más crecimiento). Los riegos deben ser a fondo y frecuentes (en verano puede necesitar dos riegos diarios), cuando la superficie de la tierra comienza a secarse y evitando tanto el encharcamiento permanente de la tierra como dejarla totalmente seca. Agradece el rociado a fondo del árbol desde mediados de primavera hasta principios de otoño, para limpiar el tronco, las ramas y las hojas del polvo.
Aunque le queda mucho camino por recorrer,creo haber acertado con la elección de este plantón y me gusta el resultado de la pequeña poda estructural que le hice en invierno.
En definitiva, otro proyecto humilde pero ilusionante para el jardín de ishi kasai...
Saludos
No se aconseja defoliar pues obliga al árbol a sobreesfuerzos y no se consigue reducir el tamaño de la hoja. Como no vale la defoliación, el único método recomendable para reducir las hojas consiste en una buena exposición al sol en primavera (con poca luz las hojas son más grandes), acompañada de riegos moderados durante la misma época (más agua, más crecimiento). Los riegos deben ser a fondo y frecuentes (en verano puede necesitar dos riegos diarios), cuando la superficie de la tierra comienza a secarse y evitando tanto el encharcamiento permanente de la tierra como dejarla totalmente seca. Agradece el rociado a fondo del árbol desde mediados de primavera hasta principios de otoño, para limpiar el tronco, las ramas y las hojas del polvo.
Aunque le queda mucho camino por recorrer,creo haber acertado con la elección de este plantón y me gusta el resultado de la pequeña poda estructural que le hice en invierno.
En definitiva, otro proyecto humilde pero ilusionante para el jardín de ishi kasai...
Saludos